domingo, mayo 15, 2005

Sobre la Secta del Fénix

MIGUEL RODRÍGUEZ MONDOÑEDO

Resulta evidente que “el secreto” del Fénix es la procreación, el acto (hetero)sexual. Borges mismo parece indicarlo al hacer que el narrador rechace Heliópolis como el origen de la secta.

Heliópolis es la cuna de la leyenda del dios Atum, el mito de creación vinculado al pájaro Benu, de donde Herodoto tomó la leyenda del Fénix. Hay un debate acerca de si el Benu y el Fénix son el mismo. Al parecer, Herodoto confundió los detalles, o los mezcló con otras historias parecidas (por lo que la mención de Herodoto como una fuente inapropiada resulta un guiño erudito). Para todos el Fénix es un símbolo de inmortalidad individual. Para algunas versiones es un ave hembra, sin hijos y sin pareja, que muere y renace de las cenizas cada 500 años. Al rechazar la versión de Herodoto, Borges rechaza la vinculación con ese Fénix.

Otras claves apuntan en la misma dirección. Por ejemplo: “La denominación por el Fénix no es anterior a Hrabano Mauro”—dice Borges. Mauro fue un pensador medieval que escribió “De rerum naturis” (también conocido como “De universo”). El Fénix griego se convirtió en símbolo de la resurrección cristiana durante la Edad Media, gracias a San Clemente de Alejandría, al parecer. Aunque Mauro incluye un bestiario, no menciona al Fénix (Phoenix, en latín). Se puede revisar el texto aquí.

Sin embargo menciona a la Perdix (la perdiz, libro 8 apartado 8.6). Ya sabemos que a Borges le gustaba jugar con los nombres. Supongamos que aquí nos está cambiando de nombre. Si eso es verdad, resulta relevante lo que dice Mauro sobre la Perdix:

Perdix de uoce nomen habet, auis dolosa atque inmunda. Nam masculus in masculum insurgit, et obliuiscitur sexum libido praeceps.

Se llama «perdiz», ave astuta e inmunda. Dado que el macho se yergue del macho y, veloz, el sexo es olvidado por el deseo. [Traducción de Daniel Salas]
Es decir, se trata de una ave “perdida”. Ahora bien, Borges está rechazando la lectura de Mauro. ¿Podría concluirse que es un rebuscado juego erudito para rechazar otra interpretación que no sea la heterosexual?

1 comentario:

Daniel Salas dijo...

"La Secta del Fénix" debe ser uno de los cuentos más autobiográficos de Borges. Refleja claramente su relación problemática con el sexo, que provenía desde su infancia.

Emir Rodríguez Monegal (Borges, hacia una lectura poética. Madrid: Guadarrama, 1976) refiere una anécdota de Ronald Christ, quien le rogó a Borges que le revelase cuál era el secreto de la Secta del Fénix. Borges, en lugar de responderle, le dio a Christ una noche más para que pensara en el secreto y lo descubriese por su cuenta. Al día siguiente, Christ no había logrado una respuesta.
Borges le respondió finalmente con estas palabras: “Well, the act is what Whitman says ‘the divine husband knows, from the work of fatherhood’. When I first heard about this act, when I was a boy, I was shocked, shocked to think that my mother and my father had performed it. It is an amazing discovery, no? But then too is an act of inmortality, a rite of inmortality, isn’t it?” (74-75)