viernes, setiembre 15, 2006

Orlando memorioso


El rey Ciro.

Orlando Serrell era un niño común y corriente en Virginia, hasta que, a los diez años, el 17 de agosto de 1979, recibió un golpe en la cabeza jugando béisbol. Como el Funes de Borges, Orlando salió del accidente con un don extraño: puede recordar el día de la semana y el estado del tiempo de cualquier fecha que se le mencione, siempre y cuando sea posterior al día del golpe. Igual que ese personaje, no parece poseer algún otro talento especial.
En el cuento, Funes menciona otras persistencias de la memoria: "Ciro, rey de los persas, que sabía llamar por su nombre a todos los soldados de sus ejércitos; Mitrídates Eupator, que administraba la justicia en los veintidós idiomas de su imperio; Simónides, inventor de la mnemotecnia; Metrodoro, que profesaba el arte de repetir con fidelidad lo escuchado una sola vez." Estos ejemplos están tomados de la Naturalis historia de Plinio el Viejo. Claro que, como esta enciclopedia no fue influenciada por D'Alembert y Diderot (para no cometer un anacronismo que, a la larga, sería descubierto), da por ciertos datos de fuentes que hoy no nos parecen confiables. Esto y el hecho de que los ejemplos estén en boca de un personaje de ficción, nos hace pensar que dichos prodigios son, como Funes, frutos de la imaginación. Pero ahora, de golpe, Orlando Serrell viene a modificar este punto de vista (nuestra noción de realidad, o al menos la mía, en caso de que el lector ya supiera de percances parecidos). Me pregunto cómo se leerá "Funes el memorioso" dentro de algunos lustros, cuando tengamos más información sobre procesos como el de Orlando y cuando, tal vez, existan procedimientos quirúrgicos para provocarlos en más personas.